Tanto para adultos como para infantes, es fundamental contar con un sistema que reduzca lo más posible los efectos de los impactos en el auto.
Los accidentes en auto son la principal causa externa de muerte infantil.
De acuerdo a la OMS, cada DÍA en el mundo mueren más de 500 niños en accidentes viales y miles resultan lesionados, convirtiéndose en la principal causa de muerte externa.
En Chile, el año 2016 murieron 54 niños entre 0 y 12 años y casi 5mil resultaron lesionados. El año 2015, la cantidad de niños muertos fue de 73.
El correcto uso de los sistemas de seguridad reducen considerablemente el riesgo de muerte y lesiones en los siniestros viales.
La regulación en Chile para el uso de los sistemas de retención infantil esta contenida en los siguientes normas y leyes: Decreto con Fuerza de Ley N° 1 de 2007, Ley 20.904 de 2016, Decreto Supremo N° 176 de 2006, Resolución N° 1.600 de 2008 y otras normativas.
En resumen, la regulación exige que los niños usen un SRI apropiado para su talla, edad y peso hasta los 8 años inclusive, esto es hasta el día antes de cumplir 9 años. Se eximen de ello los niños que antes de esto pesen 33 kgs y midan 133 cms, lo que equivale a una edad promedio de casi 11 años.
Las sillas de auto o SRI que se venden en CHILE, deben ser acreditadas previamente por el Centro de Control y Certificación Vehicular (o 3CV ) que es parte del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, y llevar su sello con el código otorgado. En el 3CV con una muestra del SRI y toda la documentación de la homologación, validan que el SRI efectivamente cumpla con todos los requerimientos.
En la Comisión Nacional de Seguridad y Tránsito(CONASET) se puede ver el listado de todas las sillas acreditadas en Chile.
La evidencia varía a lo largo del tiempo y dependiendo de la región, pero los impactos frontales son los más frecuentes y más potentes, pues a la velocidad del propio vehículo, se debe sumar en muchos casos los del vehículo con el que se choca que viene en dirección contraria.
Los impactos laterales son los que le siguen en frecuencia, pero tienen una gran fuerza pues, a diferencia de los impactos frontales, no hay carrocería que amortigüe el golpe.
Además de la evidente diferencia en estatura y masa corporal, el cuerpo de los niños difiere en varios aspectos adicionales con los adultos.
- Su cabeza es proporcionalmente mucho más grande. Al nacer representa aproximadamente 1/4 de la masa corporal, mientras que en un adulto es entre 1/7 y 1/8 parte.
- La musculatura es mucho más débil que la de un adulto, especialmente en la zona cervical.
- La morfología ósea no se ha terminado de conformar bien. Basta mencionar que los bebés nacen con 300 huesos y que muchos de ellos se fusionan, terminando en la edad adulta con 206 huesos. Las vértebras de los bebés están compuestas de porciones separadas de hueso unidas por cartílago, lo que las hace mucho más débiles que las de los adultos.
-Proteger en forma adecuada las zonas más vulnerables del cuerpo.
-Brindar mayor protección contra los impactos que tienen más alta probabilidad de ocurrencia e impacto.
-Que su utilización sea fácil y simple para evitar errores.
-Que el usuario pueda acceder siempre a la información de uso y lo utilice correctamente.
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Dentro de las sillas de auto (SRI), preferir siempre:
-Sillas a contramarcha para los niños hasta los 4 años de edad.
-Sillas con pie de apoyo para niños hasta los 4 años de edad.
-Sillas con buena protección lateral hasta los 12 años de edad.
-Sillas que tengan buenos resultados en tests independientes de impacto para evaluar su rendimiento y donde se les asigna notas comparativas entre ellas.
La forma más segura para un infante y también para un adulto es viajar siempre a contramarcha (ACM).
Esto se debe a que la mayoría de los accidentes en que se producen lesiones corresponden a impactos frontales (aproximadamente 73%). Cuando esto ocurre y el infante va ACM, el respaldo del asiento o silla de seguridad va a proteger mejor la cabeza y el cuello.
En cambio, si se viaja a favor de la marcha (AFM), la cabeza y el cuello saldrán disparados hacia adelante (efecto latigazo), aumentando el riego de lesiones graves en la cabeza y la cervical o incluso la muerte. Esto puede suceder en cualquier sistema AFM, tanto en una silla con arnés como en una silla con cojín de seguridad.
Entre más pequeño es el infante, más frágil y más importante es llevarlo ACM.
Lo ideal es llevarlos el mayor tiempo posible ACM, más allá de lo que exija la regulación.
La sociedad americana de pediatría por ejemplo, recomienda ACM hasta los 2 años.
En EE.UU. la regulación lo hace obligatorio hasta las 22 libras (aprox. 10Kg o 1 año). En Europa, actualmente con la R44 es obligatorio hasta los 9kg (aprox. 10 meses), mientras que la nueva regulación R129 (i-size) lo aumenta hasta los 16 meses de edad.
En algunos países como Suecia, que se rigen por la misma norma europea que el resto de los países de ese continente, la cultura y las recomendaciones público y privadas han logrado que los niños vayan acm por más tiempo y casi todas las sillas que se venden en ese mercado permiten acm hasta los 4 años aproximadamente
Para un adulto, el principal sistema de seguridad es el cinturón de seguridad del vehículo.
El vehículo puede contar con implementos adicionales como airbags y barras de protección en su estructura, entre otros.
Los niños, cuyo tamaño y estructura es más pequeña y débil que la de un adulto, no van bien protegidos con el cinturón de seguridad del vehículo por sí mismo, y necesitan de dispositivos adicionales. Éstos son las llamadas sillas de auto o sistemas de retención infantil (SRI).
La morfología de los bebés y niños es diferente a la de los adultos, por lo que el cinturón de seguridad del vehículo por sí mismo no es suficiente. Hasta que no alcancen el tamaño de un “adulto”, es necesario para su adecuada protección que usen un SRI apropiado para su talla.
Los parámetros que se consideran para validar si un niño tiene ya el tamaño de un adulto varían, pero hay varios criterios comunes:
Estatura: varios países establecen una estatura a partir de la cual los infantes ya son “adultos” para efectos de uso de un SRI. La estatura fluctúa en los países desarrollados desde 125 cms (Estados Unidos principalmente) y hasta 150 cms (muchos países Europeos). Si adecuamos estas estaturas a las tablas de crecimiento, fluctuaría entre los 9 y los 12 años en promedio.
Edad: algunos países, entre ellos Chile, establece que los infantes deben usar un SRI hasta los 8 años inclusive, esto es hasta el día antes de cumplir 9 años. Se eximen de ello los niños que antes de esto pesen 33 kgs y midan 133 cms, lo que equivale a una edad promedio de casi 11 años.
Criterios blandos: el más común es que si el niño sentado correctamente en el asiento del vehículo (espalda recta y completamente apoyada en el respaldo) llega con sus pies al piso del vehículo. ¡Recuerda cuál es el correcto uso del cinturón del vehículo!
- Los impactos laterales constituyen una cuarta parte de todos los impactos.
- Generalmente no hay carrocería que amortigüe el golpe como en el caso de los impactos frontales.
- Los daños causados por los impactos laterales suelen ser severos a nivel de cabeza, tórax y abdomen.
En este sentido, se hace aconsejable mantener sillas de auto con estructura más sólida y altas por mayor tiempo, en vez de los alzadores o booster seats para niños de más de 15 kilos (aprox 3 años), que son más inquietos y sin un SRI con respaldo y protección lateral suelen sentarse en forma inadecuada, con el cinturón de seguridad del vehículo mal puesto o abiertamente sin cinturón.
Como hemos dicho, lo ideal es que el infante vaya mirando hacia atrás hasta los 4 años para reducir las cargas sobre el cuello y la cabeza en caso de impacto frontal. Las sillas con cojín siguen un principio similar a los “airbags”. La energía producto de la colisión es distribuida en toda el área del cojín y reducida por sus materiales absorbentes de energía.
Por otro lado, un estudio reciente realizado por RACE (Real Automóvil Club de España) encontró que un 43% de los casos, los infantes remueven los brazos del arnés, quedando sujetos solamente por el arnés que pasa por la cadera. Este mal uso es más difícil que suceda en un silla con cojín de seguridad.
Numerosos test realizados por instituciones muy serias han demostrado que la forma más segura para un infante menor de 4 años es mirar hacia atrás, y luego el cojín de seguridad.
Dato: Stiftung Warentest 2007-2013 las 3 mejores sillas grupo 1 llevan cojín de seguridad. Para Grupo 1-2-3, 9 de los 10 mejores llevan cojín de seguridad.
Es una norma internacional ISO (ISO 13216) de sistema de sujeción para sillas de seguridad para niños.
El sistema define 3 puntos de anclaje estándares para ser manufacturados en los coches, permitiendo que las sillas de seguridad para niños se monten de una forma rápida y segura. Dos de los puntos de sujeción son rígidos y van atornillados o soldados a la carrocería del coche, reduciendo la posibilidad de cometer errores en la instalación del asiento en el vehículo.
El tercer punto de anclaje es de pata de apoyo para el Grupo 0; para el Grupo 1 puede ser de pata de apoyo (semiuniversal) o top tether (universal), que sujeta la parte superior del respaldo de la silla (*).
El sistema de anclaje ISOFIX puede reducir hasta un 22% las lesiones graves de los niños pequeños en los accidentes automovilísticos. Entre sus ventajas, este sistema reduce el recorrido de la cabeza hacia delante en un impacto frontal, evitando el efecto latigazo, que es el causante de las lesiones cervicales. También mejora la estabilidad del asiento en caso de impacto lateral.
Actualmente está homologado solamente para sillas de niños hasta 18 kg (Grupos 0/1). Los modelos de sillas de auto para grupos 2/3 que se etiqueten como Isofix utilizan los propios cinturones de seguridad del automóvil como Sistema de Retención, pudiendo además y como plus a su seguridad y versatilidad, conectar el dispositivo de anclaje ISOFIX.
En Estados Unidos el sistema es conocido como LATCH.
Lamentablemente no es posible garantizar siempre la total seguridad. Los SRI logran reducir las probabilidades de lesiones o muerte en forma importante, entre un 50% y un 80% , dependiendo del SRI, el tipo de vehículo, la fuerza del impacto, el ángulo del impacto, etc.
Las sillas a contramarcha disminuyen las probabilidades de lesiones, especialmente en caso de choque frontal, que son los más frecuentes y de mayor intensidad.
Las sillas a favor de la marcha por el contrario pueden proteger mejor en caso de impacto de alcance trasero, que son menos frecuentes y en general mucho más suaves que los frontales.
Cada accidente es distinto y se deben evaluar los riesgos mayores para reducirlos.
Valida los siguientes puntos:
- Que no tenga torceduras.
- Que esté bien ajustado: lo suficientemente tenso de forma que no se pueda “pinchar” y lo suficientemente holgado de manera que por debajo del arnés quepa tu mano pegada al pecho del niño.
- Que la parte superior del arnés salga desde la altura del hombro del infante.
a) si el cinturón sale muy por encima del hombro, éste no cumplirá correctamente su función y en caso de impacto ejercerá presión excesiva sobre el cuello, que no está preparado para recibir esta fuerza.
b) si el cinturón sale muy por debajo del hombro, habrá un “excedente” de cinta que en caso de impacto aumentará la movilidad del cuerpo, incrementando los efectos dañinos del accidente.
En el caso que se esté usando el cinturón de seguridad del vehículo (con un alzador o con una butaca), la parte superior debe salir de la altura del hombro, y la parte inferior debe pasar por encima de las caderas y nunca por el abdomen, pues la fuerza en caso de impacto podría causar daños severos en los órganos internos.
- Normalmente el asiento trasero del medio es el más seguro por la posibilidad de impactos laterales. Sin embargo, se debe revisar si la silla queda bien instalada allí (chequear inclinación del asiento, existencia de cinturón de 5 puntas / isofix, etc).
- El asiento detrás del copiloto suele ser algo más seguro que el de detrás del conductor: permite amarrar al infante desde el lado de la vereda, mirar al niño más fácilmente si se está conduciendo y hay una incidencia levemente menor en impactos laterales. Adicionalmente en impactos muy fuertes, si los asientos delanteros colapsan, hay un riesgo menor que el asiento del copiloto esté ocupado por un pasajero de mucho peso que impacte al infante.
- El asiento delantero NO se recomienda para niños menores de 12 años (la regulación chilena de hecho lo prohíbe).
Cuando las sillas de auto son sometidas a un stress fuerte (choque en auto, aún cuando la silla haya estado sin el infante usándola), se pueden producir grietas/fisuras que pueden o no ser visibles.
Esto las INHABILITA para seguir cumpliendo su función de seguridad y deben ser DESTRUIDAS.
En general se recomienda alargar lo más posible los grupos anteriores y NO ADELANTAR innecesariamente el paso a un grupo más avanzado. Es importante validar siempre el rango de uso para el que la silla está diseñada y que el niño esté dentro de esa categoría.
La etapa en la que se utiliza la silla nido (Grupo 0/0+) es el más crítico, pues el infante es más frágil, seguida por la etapa desde 1 hasta los 4 años. Muchos padres pasan de una silla nido a una silla a favor de la marcha. Esto, adicionado a que el paso al Grupo 1 implica normalmente pasar de rear facing a front facing, hace especialmente relevante no adelantar este paso (esto pierde algo de relevancia si la silla Grupo 1 tiene sistema rear face).
Los Grupos se definen por peso, pero hay espacio de adaptabilidad dependiendo de cada caso en particular. Nunca sobrepasar el peso máximo estipulado en la silla, ni utilizar con un infante que pese menos que el mínimo indicado.
Si hay espacio de coincidencia entre un grupo y otro, indicadores para cambiar al siguiente grupo son:
a) la parte superior del cinturón de la silla sale por debajo de la altura del hombro
b) la cabeza del niño sobrepasa en 1/3 o más la parte superior de la silla.
Ya sea por la degradación de los materiales de la silla por la exposición al sol u otras condiciones climáticas o de almacenaje, por restos de comida en anclajes o cierres, etiquetas que se vuelven ilegibles o porque su antigüedad ya no las hace compatibles con los estándares vigentes, las sillas de auto tienen una VIDA ÚTIL LIMITADA.
Normalmente se habla de 5 a 6 años para las sillas Grupo 0 y de 9 años para las sillas Grupo 1/2/3, pero se establece como plazo límite 10 años.
HOMOLOGACIÓN aprobada por alguno de los grupos o países más grandes, como la normativa Europea ECE R44/04 (reglamento Europeo 44 del año 2004), testeados en Laboratorios ACREDITADOS:
- Choque frontal a 50Km/hr.
- Alcance trasero a 30km/hr.
- Pruebas sobre la hebilla, el cinturón y diseño, entre otras.
- Características de los materiales como resistencia al fuego y toxicidad.
- NO incluye test de impacto lateral.
Las sillas homologadas deben llevar una etiqueta cosida a la silla con la siguiente información (usted debe exigirla al comprar una silla):
- Normativa: Indica tipo de normativa que rige esa silla.
- Tipo de Certificación: La Certificación Universal (para todo tipo de vehículo) o vehículos específicos.
- Kilos: Peso corporal del infante para la cual la silla está aprobada.
- País: Indica en que país Europeo la silla fue certificada.
- Número del test: Los primeros 2 dígitos se refieren a la versión de la norma que se utilizó como estándar.
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Existe además un test más exigente que el anterior, el ICRT,(International Consumer, research and testing con sede en Bruselas), que se ha transformado en la referencia más importante para EUROPA y los consumidores más exigentes del mundo.
Realizado por un grupo de asociaciones Europeas de consumidores y de automóviles club (como la revista Alemana Stiftung Warentest, la revista inglesa Which, el ADAC, la RACE y el TCS, entre otros), que incluyen choque contra impacto lateral choque frontal a 65Km/hr y pruebas adicionales al estándar Europeo.
Estos resultados se publican anualmente en Junio, otorgando un puntaje a cada silla.
La escala de puntuación va desde 0,5 (lo mejor) a 5,5 (lo peor). Puedes ver estos resultados en español en el sitio web del automóvil club de España RACE. Los rangos son muy bueno (0.5-1.5), bueno (1.6-2.5), aceptable (2.6-3.5), insatisfactorio (3.6-4.5) y muy insatisfactorio (4.6-5.5).